jueves, 30 de agosto de 2012

La Mirada del Amor!



El rey estaba enamorado de Sabrina: una mujer de baja condición a la que el rey había hecho su última esposa.


Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un mensajero para avisar que la madre de Sabina estaba enferma. Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era pagada con la cabeza), Sabrina subió al carruaje y corrió junto a su madre.


A su regreso, el rey fue informado de la situación.

-¿No es maravillosa?-dijo-Esto es verdaderamente amor filial. No le importó su vida para cuidar a su madre!!

Es maravillosa!


Cierto día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y luego le dio un mordisco al último durazno que quedaba en la canasta.


-¡Parecen ricos!-dijo el rey.

-Lo son- dijo la princesa y alargando la mano le cedió a su amado el último durazno.
-¡Cuánto me ama!-comentó después el rey-, Renunció a su propio placer, para darme el último durazno de la canasta. 

¿no es fantástica?


Pasaron algunos años y vaya a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey.


Sentado con su amigo más confidente, le decía:


-Nunca se portó como una reina…¿acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje? Es más, recuerdo que un día me dio a comer una fruta mordida.



En lo personal me queda como reflexión; que la disminución progresiva del amor entre dos personas, nos permite en algunos casos detectar a tiempo este síntoma, donde tenemos la posibilidad de intentar reparar y encantarnos nuevamente (teniendo presente que lo que se rompe, aun pegadolo nunca vuelve a ser lo mismo) o bien terminar a tiempo una relación tóxica con el fin no dañarnos mutuamente.